jueves, 20 de octubre de 2011

Seré lo que quieras





— Y cuando veo algo que me gusta, ¡OH dios! Eh de tenerlo… Me vuelvo loco por tenerlo. — Vaya… ¿Y ese algo que es?

— Pues tu… — Eres bueno

— ¿Qué? — Eres bueno

— No — Lo eres

— No — Eres muy bueno, eres fantástico, enserio, estoy impresionada

— Yo no suelo ser así… puedo ser divertido si quieres, o pensativo, uh listo o supersticioso, valiente… incluso bailarín, seré lo que quieras, dime lo que quieres, y lo seré por ti…
— Eres tonto

— Lo podría ser ...

domingo, 9 de octubre de 2011

En una foto se guarda un recuerdo...




Ya no se quien eres...


— ¿Por qué cuando hay alguien cercas, te comportas tan… cortante conmigo?  Decía ella mientras enredaba un mechón de cabello en su dedo índice, y agachaba la cabeza para no mirarle a los ojos al chico que estaba enfrente.

¿Qué? Claro que no, alucinas cosas July, siempre soy el mismo. –— Su voz era suplicante casi a punto de un susurro.

— Y… ¿Por qué susurras?  la voz de ella era ya una melodía triste mientras su cuerpo se balanceaba de un lado a otro ahora mirando al chico.

July...¿estas llorando? — Se acerco a ella tratando de tocar su mejilla para alcanzar aquella lágrima que corría por su hermoso rostro pálido. — ¿Por…Por que lloras?


La chica de complexión muy pequeña y cuerpo delgado, miraba hacia arriba al chico más guapo del instituto mientras las lágrimas salían con dificultad de sus ojos color marrón.

— ¿Te avergüenzo? — Dijo dejando salir varias lágrimas inundando sus ojos brillantes.

— ¡¡Pero que diablos!! ¡¡Claro que no!! Como me dices eso July, ¿Qué clase de persona crees que soy? — su voz no era grosera,  pero si llena de reproche.

— No lo se…. — dijo ella.

-¿Qué? – y antes de que le dijera otra palabra ella rompió en llanto.

— No lo se Ian,  Cómo me preguntas que, que clase de persona eres si te deje de conocer, no eres la misma persona de la que yo me enamore… — July se paso una mano quitándose las lagrimas del rostro hasta poder mejor ver aquella persona con expresión dolida que la miraba de la misma forma que ella a el.

— July…— El se acerco a ella y quiso tomarla entre sus brazos, pero ella  dio un paso atrás y antes de que el se sintiera tomo su mano.

— Ya no me digas que me amas, que tus labios no me hablan con verdad…Demuéstramelo, como yo te lo eh demostrado, lucha si te importa…

Sus miradas eran una perfecta conexión hasta el momento que sus labios ahora los unía.

Honor Y Valentia


La primera mitad de la Segunda Guerra Mundial...

 ¿A donde vas?  La pequeña niña jalaba la manga del chico que caminaba  directo a la puerta con una maleta en el hombro.

 Darlha… ¿Pero que haces despierta? — Aquel chico, se coloco de  cuclillas para ponerse a la altura de  la pequeña de pijama  rosa, con el oso blanco entre los brazos que sostenía temblorosamente la niña jalaba  con su poca fuerza.

— ¿A dónde vas? — Repitió de nuevo, soltando una pequeña lagrima que fue aparar en la cabeza del oso de peluche.  Fred…

 Darlha por favor, vuelve a la cama  Fred  tomo la mano de la pequeña jalándola  de lado contrario de la puerta de la entrada.  Tengo que irme, quizá no lo entiendas ahora, pero es por amor a mi país… Volveré te lo prometo.

 Pero mamá dijo que no, que tenias que quedarte conmigo – las lágrimas salían cada vez mas mientras soltaba el peluche y se colgaba de la pierna de  Fred. — ¿No quieres quedarte conmigo?

 Darlha, tienes que dejarme ir, no puedo quedarme aquí mientras muchos luchan  para que tu y el Sr. Peggy  estén a salvo y salgan a pasear como antes, así que tengo que ayudarles.¿entiendes?

Cada invierno juntos durante 5 año, hacia que fuera mas doloroso todo en ese momento, pues ya las cosas no eran lo mismo, ya no podía estar con su hermano al pie de un árbol de navidad  para abrir hermosos regalos mandados por su padre, mientras su madre les preparaba un poco de cocoa y galletas para celebrar las  fiestas.

—  No, no entiendo, quiero que te quedes conmigo, no quiero quedarme sola  La pequeña niña de 7 años  se aferraba de la pierna del joven mientras el contenía las lagrimas y tomaba de nuevo maleta.

 Volveré, es una promesa… La miro fijamente  y la levanto en brazos para estrecharla con tanta  fuerza con la intención de no olvidar ese contacto.  Tengo 16 años, soy un hombre y puedo luchar para mantener a salvo a mi país, Inglaterra acaba de ganar un nuevo soldado….

Las palabras fueron desapareciendo mientras bajaba a la pequeña y la dejaba parada a la mitad de la estancia para salir y enfrentarse a su destino…

 Y yo acabo de perder a mi hermano…